Últimamente he estado pensando sobre ello; obviamente, no
sobre la idea de hacerme un tatuaje YA, pero si en el qué pasaría si decidiera
hacerme uno y en sus “inconvenientes”.
Mucha gente está a favor de plasmar estas pequeñas obras de
arte en su piel, tantas como las que están en contra; pero aquí lo que importan
son los motivos, el porqué de ese “no” tan rotundo que muchas personas
pronuncian ante esta pregunta, las supuestas desventajas que junto con los
tópicos y los prejuicios hacen que miremos mal a la gente que tiene tinta en su
piel; aunque al fin y al cabo sea solo eso, tinta.
Muchos dicen que los tatuajes no combinan con todas las profesiones,
que no puedes o más bien no debes ver un médico con tatuajes o a un policía,
pero, ¿porque debería influir tu vida laboral en la personal?
¿Es más confiable quien escucha música clásica ante la que
escucha jazz? ¿O quién escucha pop en vez de rock? ¿Quién utiliza ropa colorida
merece más confianza que alguien que viste de negro?
Con los tatuajes hay el mismo problema, pero a eso sumémosle
el hecho de que muchos piensan que lo único que hacen los tatuajes es disminuir
la belleza de quien los lleva, intentando imponer así sus gustos sobre los
demás.
Es cierto que hay distintos tipos de tatuajes , cada uno con
su estilo , diseño y colores propios ; obviamente habrá gente que los prefiera
oscuros , otros coloridos , grandes “mangas” que ocupen el brazo entero o
pequeñas palabras en lugares aislados; algunos resaltan más que otros y por lo
tanto quedarán mejor o peor , pero es algo que solo debe importarle al tatuado;
el resto del planeta puede opinar, dado que hay libertad de pensamiento, pero
no deberían juzgar las preferencias y gustos de otras personas, imponiendo los suyos a quien no los comparte. El hecho de llevar
tatuaje no cambia tu forma de ser, no te convierte en una persona menos
respetable, lo único que hace es manifestar de forma externa , perfectamente
visible , una pequeña parte de ti , de tus gustos e incluso de tu personalidad
y de lo que has vivido.
Por estos motivos, me preocupa el hecho de que, por hacerme
algún tatuaje no me acepten en algunos puestos de trabajo, es cierto que hay lugares
más y menos visibles, y que está la opción de maquillar la zona tatuada para
“borrar” el tatuaje. Pero los prejuicios están ahí, siempre va a haber gente que piense así, pero
lo que sí podríamos hacer es cuando escuchemos a alguien criticar sobre ello,
rebatir sus “argumentos”.
Para terminar, me gustaría añadir que deberíamos ser más
tolerantes en cuanto a estas cosas, dejarnos de prejuicios y no tener en cuenta
tanto la apariencia sino la personalidad, no clasificar a las personas por lo
que vemos y empezar a conocerlas antes de juzgarlas.
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